domingo, 24 de enero de 2021

ENTRE LA BRUMA

 

Cursar aquel Bachillerato de letras en horario nocturno fue muy duro. Compaginarlo con el trabajo resultó ser agotador. A duras penas podía cumplir con las lecturas obligatorias. Pero afronté el COU con ganas, sabiendo que me abriría las puertas de la Universidad.

Necesitábamos preparar a conciencia las asignaturas si queríamos superar las pruebas de acceso. Por eso, todas las clases se convirtieron en una carrera contrarreloj, salvo la de «Lengua y Literatura».

Mercedes entró en el aula precedida por una leve brisa con aroma de mar. Cerró la puerta tras sus huellas de salitre y espuma. Se desplazó con suavidad por el entarimado y, sentándose en el borde de la mesa, nos miró con sus ojos aguamarina. Su voz era cálida y dulce mientras leía un poema y la luz de sus palabras nos guio hasta su orilla calma como un faro entre la bruma.

Durante sus clases, cerrábamos las ventanas y abríamos la imaginación. Nos enseñó a percibir el crujir de la madera en un olmo viejo. El aula se llenaba con el aleteo de oscuras golondrinas mientras descubríamos el amor en verso. Fuimos testigos de la pasión de Ana Ozores y luchamos contra gigantes disfrazados de molinos. Pusimos rumbo a ultramar en busca de Penélope entre cantos de sirena. Aprendimos a emocionarnos con las «Nanas de la Cebolla», a valorar a «Los Santos Inocentes» y a cómo amar a un «Poeta en Nueva York» o en «Campos de Castilla».

Ella me llenó el alma de letras, acrecentando mi sed de poesía y de prosa. Desde entonces, jamás he dejado de buscarla en cada historia que leo o escribo. A veces, su faro emerge de la oscuridad y, mientras sigo su estela de luz, mis palabras huelen a mar y dejan huellas de espuma.



Relato con el que participo en el Concurso #MiMejorMaestro de zendalibros.com





12 comentarios:

  1. Hay maestros cuyo amor por su asignatura se traspasa, y son los que nos marcan.

    Un abrazo, y que haya suerte

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    1. Un buen profesor es inolvidable.
      Muchísimas gracias, Albada.
      Besos apretados.

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  2. Es pura poesía. Me encantaría ser esa maestra.
    Mucha suerte, Pilar 😘

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    1. Mil gracias, Margarita. Ella marcó mi destino.
      Besos apretados.

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  3. que suerte
    mis profes favoritos eran de materias más prosaicas (de ciencias, quiero decir) . nunca hice ninguno, pero se me hace que los cursos nocturnos, siempre fueron más interesante
    Besosss, pilar

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    1. En el horario nocturno, los que asisten a clase tienen un gran interés por aprender y la relación con los profesores es más estrecha y especial. Suelen ser estudiantes de mayor edad, pero con muchas inquietudes.
      Muchísimas gracias, Gabiliante.
      Besos apretados.

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  4. Hay profesores que dejan huella, porque tienen mucho que contar, ponen el alma en ello y eso se nota y se transmite.
    Buen relato, Pilar
    Suerte y un abrazo

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    1. Mi experiencia con Mercedes fue maravillosa. Me dejó una huella muy difícil de borrar.
      Mil gracias, Ángel.
      Besos apretados, amigo.

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  5. Hermoso relato.
    Sin duda esa maestra dejó huella en tu vida.

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    1. Ella marcó un antes y un después en mi vida. Aunque no he vuelvo a saber de ella, jamás la olvidaré.
      Mil gracias, Mercedes, por tu bello comentario.
      Besos apretados

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  6. Mucha suerte!muy bello...esas huellas de espuma... con olor a mar .Besos

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